viernes, 20 de enero de 2012

Destrozo en los inmuebles.



Los inmuebles que acaban de ser remozados lucen fatales en cuestión de meses. Ejemplos hay de sobra, como los hospitales Fajardo y Oncológico que lucen largos pasillos sin un asiento donde puedan sentarse quienes acuden a estas instalaciones médicas a hacerse pruebas, y por tanto, no se sienten bien de salud.
En el quinto piso del Fajardo, se notan paredes cuyas hileras de azulejos han sido arrancados. El destrozo o canibalismo se ve no solo en lugares recién reparados sino en edificios que aún no han sido concluidos.
Un ejemplo es el edificio de apartamentos en construcción ubicado en las esquinas de las calles 41 y 48 en el municipio capitalino de Playa. Allí los transeúntes han visto cómo personas sin escrúpulos, con cincel y mandarria roban bloques y otros materiales de construcción. No existe ningún cuerpo de protección que cuide el área, y ni tan siquiera se han visto a los agentes de la policía merodear por la céntrica esquina para evitar los robos frecuentes.
Abandonada por años, a pesar de la gran necesidad habitacional que existe en toda la Isla, y el deterioro casi total de las construcciones en la capital, Ivette Pérez, directora de la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda (UPIV) explicó a la Sección Acuse de Recibo del diario Juventud Rebelde del 27 de diciembre que este edificio pertenece al fondo de viviendas paralizado, de la Unidad Municipal Inversionista de Playa.
Fondo que se ha reducido al mínimo ya que edificaciones como la descrita, presentan envejecimiento por estar a la intemperie y pierden cualidades, necesitando un estudio de sus elementos. Pérez añadió que el edificio de 41 y 48 está conveniado con dos empresas estatales y ya se ejecutan las formalidades para su construcción.

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