martes, 19 de octubre de 2010

En busca de un sueño.


El domingo 10 de octubre un anuncio publicado en el diario Tribuna de La Habana bajo el título de “Ausente de su domicilio”, mostraba una foto de una joven de 20 años, embarazada que padece retraso mental y, que desde el 24 de septiembre salió de su casa con su hija de 8 meses, y no han regresado.

El aviso deprime porque en la actualidad, son muchas las jóvenes que viven situaciones nada halagüeñas para sus edades. Y hay quienes no tienen retraso pero nacen y crecen en familias donde la violencia doméstica los envuelve de forma negativa, provocando que se conviertan en padres, cuando aún tienen edad para estudiar y divertirse.

Dianelys tiene 21 años. Su niño de 3 años quiere estar todo el tiempo a su lado. La extraña cada mañana, cuando ella va para su trabajo como sirvienta en una casa particular. Le pagan $30.00 CUC mensuales, por asistir de lunes a viernes de 8 a 4 de la tarde, para lavar, limpiar y cocinar.

Esta mamá que hace muy poco dejó la adolescencia relata los últimos años de su vida:”A los 18, conocí al padre de mi hijo. El está casado pero yo no lo sabía. Me hice su mujer y cuando estaba para parir me dejó. Como no es de la Habana, y me engañó, no lo vi más nunca. La verdad me la dijo su amigo el dueño de la casa donde nos veíamos, que ya no vive en Cuba”.

“Soy una madre soltera. Mi mamá me cuida al niño para que vaya a trabajar pero no me ayuda en otra cosa. Cuando llego a la casa, tengo que ponerme a hacer todo lo mío, para levantarme al otro día antes que amanezca, porque vivo bastante lejos de mi trabajo”-concluye.

La sociedad cubana actual padece de una indolencia sin límites. Las personas que deben dar ejemplo a los más jóvenes se aíslan de ellos, o los enseñan a depender del alcohol, a practicar la prostitución, a cometer robos y otros delitos, siempre con la atenuante de que con esas prácticas pueden mejorar las deplorables condiciones de vida que enfrentan en sus hogares.

Otros mayores, sin embargo, se hacen los receptivos pero prefieren no buscarse problemas y consienten criterios juveniles que en ocasiones no son correctos. De esta forma, se convierten en cómplices de todo tipo de fechorías y actos degradantes, o ven caer en desgracia a quienes urgían de un apoyo o consejo sincero.

Maikel con 23 años recuerda su infancia y adolescencia como etapas tristes y trágicas. Tanto él como su hermana, dos años menor, sufrieron las golpizas de su padres alcohólicos, “nunca tuvimos un juguete, ni una ropa nueva, en la escuela se burlaban de nosotros, una vecina nos regalaba lo que sus hijos dejaban de usar, por eso ahora vivo solo, me visto como me gusta y ayudo a mi hermana que ya se casó, no pierdo mi tiempo en ir a ver a “los viejos”, ellos saben donde vivo”- dice el joven mientras mira la hora en su Rolex.

Lorena y Mónica son hermanas gemelas, ellas estudian el tercer año de una carrera universitaria. Ambas han recibido el calor de su familia y sueñan con trabajar en lo que realmente les gusta. Lorena está de acuerdo con su hermana. Mónica opina que “no es fácil la vida para los estudiantes. Los padres tienen que mantenernos. Tenemos muchos gastos. A veces me tengo que sobreponer porque me dan ganas de dejar la carrera, hacer algo que me de dinero, tener lo mío…”

No se puede dejar de pensar en los que siendo jóvenes están a la caza de cómo irse del país. Para algunos es una obsesión. Adrián ha tratado de irse 3 veces de manera ilegal. Su madre se ha enfermado de los nervios por esa razón. “La pura (madre) quiere que yo siga aquí en esta obstinación, y yo voy a seguir, hasta que me vaya, ella lo va a tener que entender un día, es mi vida, es mi felicidad”-exclama el joven.

O las que piensan como Yanisei, quien no mira a ningún joven cubano de su edad, y aspira a tener una relación estable con un extranjero. Ella habla alto y se ríe de sus criterios “Ningún “cubanito” me va a dar lo que yo quiero”- y se pasa las manos por sus
ropas de marcas relucientes, la bella joven agrega “ ésto no da tiempo para estudiar, ni para nada, aquí lo que hay es que irse o “empatarse” con alguien que valga la pena”.

Estos jóvenes reseñados quizás no constituyan mayoría, en cuanto a las estadísticas publicadas de manera oficial, donde aparecen cifras de miles que sí estudian y trabajan, pero lo cierto es que hay otros miles que desandan las calles de la Isla en busca de los sueños que no han podido alcanzar.

Tanto la familia como la escuela, y en el caso de quienes comienzan a laborar siendo adolescentes, sus colegas de más edad, deben interiorizar que los jóvenes necesitan no solo ver el buen ejemplo a seguir, sino oír un buen consejo, o al menos ser escuchados y respetados . Ellos serán, sin lugar a dudas los hombres y mujeres del mañana, los que tendrán el peso de la sociedad, los que serán a su vez, ejemplo a imitar, por su descendencia.

Padre de leyenda.


Aún recuerdo la anécdota que me hiciera una maestra que quiso motivar a sus alumnos de quinto grado el curso pasado y, descubrió atónita, que desconocían quien era el Padre de la Patria.

Ellos sabían que Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo había dado la libertad a sus esclavos el 10 de octubre de 1868, en su ingenio La Demajagua, pero no lo asociaban como Padre de la Patria, mucho menos saber el por qué de esa denominación; así, lo que hubiera sido un atractivo momento de interacción, se convirtió en una explicación, lo más resumida posible, de quién fue este patriota y el por qué de su sobrenombre.

Fue Céspedes el iniciador de las luchas independentistas cubanas, hombre perteneciente a una ilustre familia, que creció en la opulencia, quien tuvo tiempo de pensar en la suerte desgarradora de los pobres y de los esclavos, así como de todos los que sufrieron los desmanes de la colonia española.

Nació en Bayamo, el 18 de abril de 1819. Se recibió de Bachiller en La Habana, en el año 1838. Dos años más tarde, contrajo matrimonio con su prima María del Carmen Céspedes y del Castillo. De este matrimonio nacieron tres hijos: Oscar, por cuya ejecución recibe el título de Padre de la Patria, Carlos Manuel que luchó en las guerras de independencia, vivió en el exilio y falleció en Cuba en el año 1915, y María del Carmen, que falleció siendo niña.

Destaca Eusebio Leal Spengler, en su obra El Diario Perdido, que este matrimonio, no fue afortunado, y señala como prueba que Carlos Manuel realiza un viaje prolongado a Europa, residiendo en las ciudades españolas de Berenguer y Madrid; obteniendo en la universidad madrileña el título de Abogado en 1842, estando por esa fecha recién casado.

Allí participó en la conspiración organizada y dirigida por el Gral. Prim, la cual fracasó, motivo por el cual tuvo que abandonar la Metrópoli de manera precipitada. A continuación visitó Inglaterra, Francia, Alemania e Italia. A su retorno a Cuba en 1844, abrió un bufete en su pueblo natal. Su primera cónyuge muere de tisis, el 19 de enero de 1868, él supo estar en su lecho de enferma hasta el desenlace final.

A finales del mismo año, Céspedes conoce a Ana Valentina Quesada y Loynaz, se dice que la diferencia de edad entre ambos (Ana nació en 1842) no fue impedimento para que se sintieran atraídos y en 1869, contrajeron matrimonio. De este enlace nació Oscarito, quien murió pequeño, y los jimaguas Carlos Manuel y Gloria de los Dolores que nacieron en Nueva York en agosto de 1871, luego de que su progenitora llegara a Estados Unidos en enero del mismo año.


Se destacó Céspedes además, por ser un intelectual, un hombre de vasta cultura que quedó plasmada en su quehacer el cual incluyó poemas y otros documentos, entre los que vale destacar su valioso diario escrito en la localidad de San Lorenzo, tras ser destituido de su cargo de Presidente de la República en Armas,

Poco sabemos de su valor a toda prueba antes del 10 de octubre de 1868. Se cuenta que protestó cuando el gobernador de Bayamo, don Toribio Gómez hizo un brindis para celebrar la ejecución de Narciso López en vil garrote en 1851, por lo que fue condenado a prisión y confinado en Palma Soriano, junto a su tío don Lucas del Castillo, y a su primo, el poeta José Fornaris.

Fue perseguido por sus ideas entre los años 1852 y 1855; y en 1867 concurre a La Junta Revolucionaria de Oriente donde se destaca por sus ansias libertadoras. Entre amantes de la independencia comienzan a fijar la fecha del levantamiento. El jefe de telégrafo de Bayamo, Ismael de Céspedes, sobrino de Carlos Manuel, recibió el telegrama de que su tío junto a otros patriotas serían encarcelados.

El listado incluía además a Francisco Vicente Aguilera, Pedro Figueredo, Francisco Maceo, Bartolomé Masó, y Javier de Céspedes. Ismael avisa a los conspiradores y se adelanta la fecha del levantamiento para la madrugada del 10 de octubre.

Se cuenta que en 1870 su hijo Oscar es apresado por las fuerzas españolas quienes persiguen dejarlo con vida, si Carlos Manuel se somete a España. Es conocida su pronunciación, a partir de las cual es llamado para siempre El Padre de la Patria: “Oscar no es mi único hijo, lo son todos aquellos que mueran por nuestras libertades patrias”.

Al reunirse la Asamblea de Guáimaro y adoptarse la Constitución de la República en Armas del 10 de abril de 1869, Céspedes fue electo presidente pero su actitud antidemocrática y centralizadora, le valieron su destitución después. Pidió permiso para ausentarse del país, mas al no lograr su objetivo decidió irse a vivir a la finca San Lorenzo, donde enseñó a leer y a escribir a los niños de los alrededores.

En este desempeño fue sorprendido por una columna española y cayó el 27 de febrero de 1874. Algunos afirmaron que se había quitado la vida con su propio revólver. Su hijo Carlos Manuel que estaba cerca del lugar donde ocurrió el lamentable hecho, pudo recoger algunas pertenencias de su padre, dejándolas enterradas en la zona, porque el cuerpo del patriota había sido llevado a Santiago de Cuba y expuesto en el Hospital Civil.

Aspectos biográficos como éstos y otros muchos deben aparecer en los libros de textos de, los diferentes grados escolares, para que los estudiantes conozcan más sobre el singular hombre que fuera don Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo.

De él dijera Manuel Anastasio Aguilera, en “El Americano Ilustrado”: “Céspedes era de pequeña estatura, aunque robusto, bien proporcionado, de fuerte constitución y rápido en sus movimientos. En su juventud fue muy elegante, bien parecido y de simpática figura. Se distinguía mucho en el baile y la equitación; era esgrimista y gimnasta y se le citaba como perito de ajedrez. Tenía un valor personal a toda prueba, acreditado en diversas circunstancias de su vida. Era hombre de gran imaginación, astuto, disimulado, severo, cortés y agradable en el trato social, tolerante por cálculo; poseía una fuerza de voluntad indomable, y era sobremanera galante y delicado con el bello sexo”

Como es de suponer, José Martí se refirió en diferentes ocasiones a hombre tan especial y, sin desmeritarlo, estableció un bello paralelo entre él e Ignacio Agramonte, como en su obra Céspedes y Agramonte donde refiere: “De Céspedes el arrebato, y de Agramonte la purificación. El uno desafía con autoridad como de rey; y con fuerza como de la luz, el otro vence”.

Es por eso y por otras tantas anécdotas y testimonios, que Carlos Manuel de Céspedes, todo un hombre de leyenda, debe ser estudiado con más profundidad a través de los niveles escolares existentes en la nación. Mi amiga me prometió, por su parte, relatar todo lo que pueda de este Padre de Cuba a todos sus alumnos, sepan o no de él, pues coincidimos en que todos estaremos siempre en deuda, con su incondicional altruismo y amor.



Bibliografías consultadas:

Obras Completas de José Martí, Volumen I, Editorial Lex. La Habana, 1953.

Precursores y Fundadores, de Benigno Vázquez Rodríguez. Editorial Lex, La habana 1958.

El Diario Perdido de Eusebio Leal Spengler. Ediciones Boloña. La Habana, 1998.

martes, 5 de octubre de 2010

Sin saber qué hacer.


Los residentes en la capital desandan sus calles a pie o a través de cualquier medio de transportación, del que sobresalen los ómnibus, rellenos de pasajeros la mayor parte del día. Sus rostros joviales se apesadumbran con la incógnita de qué pasará con sus vidas a partir de las medidas controvertidas, dictadas por funcionarios y gobernantes que nunca han estado al tanto de su bienestar.

No todos los cubanos han visto con buenos ojos la apertura de los pequeños negocios privados, pues aún hay detalles con respecto a los mismos que no han sido aclarados debidamente, o sea que hay quienes desean optar por un empleo como cuentapropistas pero no saben qué hacer, ni a donde acudir, donde no les den una mala contesta, o los manden a un sin número de lugares que en un final, no aporten nada en cuanto a la aclaración de sus dudas.

Las opciones del cuentapropismo, que aparecieron en un listado, publicado en fecha reciente, incluyen 178 oficios o profesiones, los más disímiles, que ahora podrían realizarse de manera legal, aunque el pueblo se cuida de emitir criterios, y no a su favor, cuando recuerdan anteriores épocas de cierta apertura, con los trabajos privados, y la prohibición de los mismos, de manera abrupta y hasta represiva.

Parte de estas actividades se han venido realizando ilegalmente, como es el caso de personas que elaboran comidas, dulces y refrigerios, quienes dan clases particulares de diversas asignaturas, repasan las lecciones impartidas sobre todo en el nivel primario y secundario, o cosen o tejen, entre otras tantas.

Ahora con el permiso estatal, todos reconocen que aumentarán los controles por parte de inspectores, tan necesitados como ellos, los cuales ejercerán su poder y aceptarán todo tipo de sobornos. También los impuestos serán altos, ya se habla de cifras que oscilan entre un 10% y un 40%, y entonces los que quisieran estar legalizados opinan que no van a poder pagar tamañas cifras.

Hasta los empresarios privados temen que primero haya una apertura y después comiencen a tomarse medidas absurdas, o que la parte gubernamental no cumpla lo establecido, y ponga en peligro sus ganancias. Todas estas expectativas han sido generadas por décadas, de un centralismo asfixiante, que no está de acuerdo en que ningún trabajador obtenga un nivel de vida próspero.



Los cubanos que no se quieren buscar problemas con las autoridades, o no quieren perder, con el tiempo, el dinero que con sacrificio, pueda enviarle la familia residente en el exterior, han decidido ver como se van del país; unos a través de contratos laborales, por los que pueden volver al término de los mismos, otros acogiéndose a variantes que incluyen hasta residir de forma permanente en otro país, quieran o no.

Así se ven hasta a ancianos que van y vienen, pidiendo a Dios les permita ser la ayuda de la familia joven, que no tiene cómo salir de la Isla. “El viaje me resulta muy estresante, aunque la aeromoza me cuida, y después los trámites de aduana, y el viaje de más de dos horas para llegar a casa de mi hermana, no se los deseo a nadie”- dice Ramón ya octogenario y con familiares en España.

La otra cuestión que nadie se explica es que los cuentapropistas no tengan un lugar que los abastezca de los materiales necesarios. “No estoy para eso”-admite Arturo, quien trabajó como plomero hasta mayo, en el sector del turismo, “si tengo que comprar las piezas en la shopping, cuánto me tienen que pagar los clientes, no todo el mundo puede pagar cientos de pesos (CUC) por un trabajo”-resumió.

Una céntrica esquina del municipio Centro Habana donde pululaban los ancianos y discapacitados vendiendo periódicos, bolsas de nailon, cigarros a menudeo, paquetes de café , flores y cuanta mercancía cayera en sus manos, luce desierta, y quienes no te conocen, no te informan donde están escondidos. Solo se observa a un vendedor de dulces, que arrima su bicicleta con precaución, e invita a un posible comprador, a que se pare en la entrada de un edificio.

Habrá que preguntarles también, como les irá a las personas de extracción muy humilde, en su mayoría ancianos y ancianas que arrastran sus cuerpos por las calles principales del Casco Histórico de La Habana Vieja, dejándose retratar y cobrando sus fotos y servicios a los turistas, mientras se exhiben vestidos a la usanza de otros tiempos, adivinando el futuro con naipes, o vendiendo pinturas, artesanías o flores artificiales.

Lo que pasará, solo lo dirá el tiempo. Mientras en estos días, las personas hablan poco, ya comenzarán a hablar y hasta a gritar, cuando empiecen a ponerse en práctica las regulaciones estipuladas.




Más atención y menos homenajes.



El Día de la ancianidad se conmemora a principios del mes de octubre, y ya va quedándose como una efeméride importante, en Cuba, la Mayor de Las Antillas, donde su población de la tercera edad aumenta, y con ella, más pena que alegrías, debido al desorden existente en todos los niveles de la sociedad.

Si bien los octogenarios se encuentran dentro de un grupo relevante en la sociedad cubana actual, sin dejar de mencionar a los nonagenarios y centenarios que aún pueden comportarse de manera bastante activa para sus años, la calida de vida de los mismos pudiera ser mucho mejor, si los factores sistematicidad y perseverancia, se apoderaran de cada funcionario y de cada entidad que supervisa la vida de las personas de edad avanzada.

En primer lugar, los que en su mayoría, padecen enfermedades crónicas y necesitan comprar sus medicamentos controlados en las farmacias, a través del “tarjetón”, no han podido obtenerlos durante todos los meses de este año, en que la situación de la venta de medicinas, elaboradas en Cuba, ha sido de un descontrol sin precedentes.

Otros medicamentos que se venden en las tiendas recaudadoras de divisas – shopping – y en las diplofarmacias, a igual precio, como son los pañales desechables para adultos, algodón, pomadas mentoladas para aliviar los dolores articulares, o la leche en polvo, ropa interior, calzados, y confecciones en general con diseños, materiales y tejidos apropiados para los ancianos, brillan por su ausencia, durante casi todo el año, y cuando son ofertados desaparecen con rapidez, por su alta demanda.


La Asistencia Social entrega pañales desechables, telas antisépticas, y otros productos de manera excepcional, pues no cuenta con los módulos que cubran las necesidades de todos los necesitados. Centros que entregan donaciones (teniendo en cuenta certificados médicos de ancianos) como pueden ser colchones antiescaras o sillones de ruedas, son también insuficientes.

Tampoco han tenido mucha suerte los que están incapacitados para salir a la calle y gestionar todas sus necesidades. Cientos de ancianos viven postrados de manera parcial o total, y residen en viviendas, ubicadas en pisos altos, sin ascensor; por lo que son prisioneros en sus residencias y les está, por tanto, negado una serie de servicios importantes, como pueden ser, entre otros, medirse la vista, o realizar ejercicios fisioterapéuticos.

Los geriatras y otros especialistas que los atienden a nivel de Consultorio del Médico de La Familia, o policlínico, no son suficientes para atenderlos, por lo que sus visitas a estos ancianos y ancianas son esporádicas. En el caso de los que tienen algún familiar o familiares que los puedan atender, las visitas de trabajadores sociales son casi nulas, pues éstos tampoco alcanzan para desempeñar sus funciones, al admitir que la cantidad de personas de la tercera edad que viven solos y sin ayuda, es bastante notable.

En estos momentos en que el estado busca nuevas alternativas de empleo, pudiera tenerse en cuenta labores relacionadas con el cuidado y atención de las personas mayores, como pudiera ser brindarles una serie de servicios en sus hogares, previo pago de los mismos de forma legal, cumpliéndose lo establecido para con los mismos.

Otra variante pudiera ser utilizar cientos de establecimientos que se encuentran en pésimo estado, o promoviendo ventas de rones, o simplemente cerrados e inutilizados, para convertirlos en asilos, con su puesto médico, para darles una atención especial a los ancianos que la requieran en un momento dado del día o de la noche.

Por qué no, lavanderías –tintorerías que prestaran los servicios de lavado, planchado y arreglo de las ropas de estas personas, que en ocasiones son débiles visuales, o que tienen que salir a la calle con ropas rotas o faltas de higiene, por diversas causas, todas con solución. Pudiera ser extensivo estos servicios a peluqueras y barberos que pudieran realizar sus oficios en las casas de los que pidieran estos servicios. Pasar de los 70 años en Cuba, se convierte en una tragedia para cualquiera.

Con pensiones en la moneda nacional de 200 pesos (casi 8 dólares), 240 (unos 10 dólares), y solo unos cuantos devengando la de 300 pesos (360) para todo un mes, y teniendo que comprar parte de los artículos de primera necesidad en la moneda convertible CUC que equivale a 25 pesos, si va a comprar un CUC en la Casa de Cambio, CADECA, los ancianos cubanos pasan mucho trabajo para lograr una calidad de vida aceptable.

Muchos opinan que sería mucho mejor recibir menos homenajes y más ayuda para sentir, como dice Delia “que aún me quieren, porque a veces me siento discriminada, como si fuera un estorbo”-dice la casi octogenaria, quien carga varias bolsas con huevos y panes, pues le compra los alimentos racionados a varias familias de su vecindario (como mensajera ilegal), pues alude que su pensión de 200 pesos y la poca ayuda que recibe de hijos y nietos, es insuficiente. La Ley 105 de la Seguridad Social y otras relacionadas, urgen de ser revisadas, para beneficio de quienes merecen un homenaje con hechos, más que con palabras.

viernes, 1 de octubre de 2010

De despidos y empleos privados.


Las personas comienzan a opinar sobre los despidos laborales y los empleos por cuenta propia. Como es habitual, se expresan desconociendo puntos que no son aclarados por los medios de comunicación, entonces los comentarios se basan en conjeturas que sólo podrán ser comprobadas cuando los despedidos ya sean masivos.

En el sitio Cubadebate se publican comentarios de quienes ya han sido afectados, pero al Internet pueden optar muy pocos. Malena enfatiza que el gobierno tiene la razón porque hay muchos centros de trabajo donde un trabajador labora por tres, mientras que los otros conversan, juegan en la computadora o se van de tiendas.

Gloria no está plenamente de acuerdo con Malena. Ella reconoce que trabaja mucho pero tiene que ausentarse de su puesto de trabajo y explica que se encuentra en la fila del punto de Etecsa más cercano a su oficina porque tiene que pagar la cuenta de su teléfono y necesita comprar una tarjeta para su móvil, “aquí cierran todo a las cinco, a esa hora es que salgo del trabajo y entonces no me da tiempo, esto le pasa a todo el que trabaja”-resume.

Son pocas las personas que han quedado sin empleos. Las experiencias y anécdotas son muy recientes y es difícil obtener respuestas valederas. Mientras que el lunes 13 de septiembre se publicó en el diario Trabajadores, órgano de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) el Pronunciamiento de dicha organización, tan importante noticia no fue comentada en los noticiarios de ese día.

Es por ello que se desconocen detalles importantes y aún la población activa va a diario a trabajar sin saber si perderá o no su plaza. Es más oculto aún saber sobre las entidades que proveerán todo lo necesario a los nuevos cuentapropistas.

Nelson trabajó con su familia en una pizzería en los años 90 y la tuvieron que cerrar por los altos impuestos, y contribuciones, además de los continuos controles sobre los productos a conseguir para elaborar los alimentos que ofertaban, él sentencia que “no creo en esa apertura, eso será, como siempre, por un tiempo, después van cerrando y no puedes con todos los controles”.

Por lo pronto se conoce que las reubicaciones serán en los sectores priorizados como la agricultura y la construcción. No hubo éxitos con el arrendamiento de tierras estatales, pues son muchas las críticas por la improductividad de las mismas, así como la pérdida de productos agrícolas por fallas con el transporte, entre otras deficiencias.

La construcción es muy mal pagada. Los obreros de este sector solo prosperan cuando laboran de manera privada, o desvían recursos de las obras para vender los materiales constructivos. Dentro de poco, tendrán la oportunidad de laborar como cuenta propistas según el listado de actividades autorizadas, pero ellos desconocen cómo hacerse de todo lo que necesitan.

Otras muchas personas están contentas con la apertura de trabajos por cuenta propia que se avecina y alegan que debía haberse hecho desde hace tiempo por sus beneficios, si bien la remuneración sería mayor, que la de los salarios existentes que no sobrepasan los 20 dólares.

Por eso, ya hay quienes se ponen de acuerdo con sus familiares en el exterior para que les consigan artículos de peluquería, barbería, trajes, calzados y otros accesorios para alquilar y todo cuanto pueda ser provechoso para ellos, aunque del preciado listado no se escucha nada, a través de los voceros gubernamentales.

Expertos de la economía cubana dentro y fuera de la Isla indican que todos estos cambios son serios y pueden llegar a ser drásticos, aunque están de acuerdo en que permitir que cientos de profesiones u oficios puedan ser ejercidos por cuenta propia es una medida considerada como positiva. Lo que no se puede olvidar es que el control total del estado, pudiera convertir en fracaso, esta iniciativa privada.

El sindicalismo independiente cubano se solidariza con todo trabajador que sea afectado con este despido masivo y, el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) a través de sus abogados, delegados y activistas se encuentra enfrascado en orientar de manera objetiva, a cualquiera de estos trabajadores desempleados, que lo soliciten.