viernes, 19 de marzo de 2010

Con el beneplácito de muchos


Ya son dos los días en que el Noticiero Nacional de Televisión, en su emisión nocturna, dedica varios minutos de su espacio a Las Damas de Blanco.

En el séptimo aniversario del injusto encarcelamiento de sus esposos, padres o hijos, estas valientes mujeres realizan sus marchas, caracterizadas como siempre, por el respeto y la sensatez.

Cae mal que este ilegal grupo, al que pertenecen féminas de todo el país, tenga el apoyo de la prensa extranjera acreditada, así como de quienes ejercen la diplomacia en distintas embajadas que mantienen relaciones con Cuba.

Mientras ellas caminan por cualquier calle capitalina, un grupo de personas las acosa propinándole frases vulgares, y hasta hay quienes se proyectan con actitudes desafiantes contra ellas, quizás para atemorizarlas, o bien para hacer notar su “fervor revolucionario”.

El espectáculo armado por estas personas es deprimente, y sus opiniones dejan que desear. Un señor se cuestionaba ante las cámaras de la televisión, de dónde sacaban el dinero, si ellas no trabajan, y repetía esta palabra una y otra vez.

La forma en que hacía su planteamiento denotaba sobre todo envidia, por qué a nadie le tiene que interesar, de donde sacan el dinero estás señoras que no hostigan a nadie y que se han ganado el cariño y la deferencia de buena parte del pueblo cubano, y de quienes están a favor de un cambio dentro y fuera de la Isla..

La gran mayoría de los cubanos que pertenecen a grupos considerados ilegales por el gobierno, no pueden optar por plazas de trabajo decorosas, y a veces de ningún tipo; por eso ocurren estas ayudas desde el exterior, a quienes han sido clasificados como delincuentes, por exponer sus criterios y exigir sus derechos.

Otra señora en el reportaje del miércoles, más que hablar, gritaba en muy mala forma ya que no entendía qué hacían Las Damas por las calles, que en su opinión “Son de Fidel”. La casa de Laura Pollán ubicada en el humilde barrio de Cayo Hueso, en el municipio Centro habana está rodeada de edificios, solares (casas de vecindad) y en menor número casas que en su mayoría presentan un estado constructivo deplorable.

La céntrica zona cuenta además con muchas escuelas, centros para la salud, bancos, y otras muchas entidades, por lo que el pueblo opina sobre ellas y no en todo momento de forma negativa.

Un grupo de adolescentes de la secundaria Humboldt 7, que está a unas cuadras de la casa de Laura hacían la fila en la panadería, después del horario de clases, para comprar dulces que amortiguaran el hambre que pasan cada día en su centro de estudios.

Entre todos, y con el valor que da la ingenuidad de sus pocos años, criticaban lo dicho por la mujer que gritó que las calles de Cuba pertenecen a Fidel Castro. Un varón cuestionaba la frase y dijo:”Yo pensaba que las calles eran del pueblo”.

Los adultos presentes se miraron de manera cómplice y algunos sonrieron ante las lógicas palabras de quien aún tiene toda una vida por delante. Un anciano, jaba en mano, expresó su admiración por Las Damas y dijo una frase soez que resumía la valentía de estas mujeres que no se han dejado amilanar en siete años.

Otros utilizaron frases de halago y expresaron poder saber sus itinerarios para unírseles en la marcha, o al menos hacerlo lo más cerca posible al grupo femenil. “Ellas no se meten con nadie, conmigo que no cuenten para abuchearlas”- manifestó una joven que movía intranquila el coche de su bebé.

Unidas, no han dejado de celebrar sus tertulias, ni han pospuesto sus marchas, ni han faltado a la misa dominical de la iglesia de Santa Rita de Cassia, en Miramar, municipio Playa. La constancia ha sido, por tanto, su mayor baluarte, junto a su ecuanimidad y vehemencia, con sus trajes blancos y sus gladiolos se han convertido en todo un símbolo de paz, amor y cambios.





En este Séptimo Aniversario


El tiempo corre de manera desenfrenada, ya estamos en la semana en que se conmemora un aniversario más de los sucesos conocidos como La Primavera Negra de Cuba, los cuales comenzaron aquel inolvidable 18 de marzo del 2003.

Queda en mi corazón la tristeza de recordar aquellos días vertiginosos de registros, detenciones, juicios sumarios y el encarcelamiento de tantos colegas por los que sentía tan sincero afecto.

Era más aprendiz que ahora, de la profesión de periodista independiente, porque apenas la había comenzado el 20 de mayo del 2000. Los comentarios se oían en todas partes. El programa de La Mesa Redonda se encargó de dar detalles sobre todos los detenidos.

Así fueron denigrados y enviados a centros penitenciarios muy lejanos de sus hogares, condenando a su vez a sus más cercanos familiares. Era difícil hacer llegar cartas, mucho menos pensar en visitarlos.

La única vía era indagar con sus esposas, madres, hermanas o hijas que se consolidaban en el grupo de Las Damas de Blanco. Todos mantenían su espíritu fuerte, pero comenzaron una nueva vida en las condiciones más humillantes que pueda resistir el ser humano.

Cuando se cumplió el primer aniversario me vino a la mente todo los sucedido, y así ha sido hasta entonces, cada vez que el almanaque arriba al tercer mes del año. Recuerdo que apenas unos meses antes, no fui capaz de imaginar que algo tan cruel sucedería.

Como miembro de la agencia Habanapress, dirigida en aquel entonces por Jorge Olivera y perteneciente al Proyecto Nueva Prensa Cubana, acudíamos casi a diario a la casa de Estrella García, en la calle Cuchillo 19 donde se reunían además, los periodistas de la agencia Cubapress con Raúl Rivero al frente de la misma.

En lo que esperábamos a que nos llamaran de Nueva Prensa, o los periodistas de Radio Martí, entraban llamadas para informar donde ocurrirían las distintas actividades que celebraban grupos de la oposición, y bibliotecarios independientes ,a las que asistíamos, así como hechos cuyas fuentes deseaban fueran divulgados lo antes posible.

Eran mañanas no sólo de trabajo sino de estudio, cuando escuchábamos las sabias palabras de Raúl Rivero quien, con gran paciencia revisaba nuestros trabajos, y hacía sugerencias con la modestia que siempre lo caracterizó.

Mencionar a todos los que asistíamos allí sería tedioso porque además acudían muchos otros reporteros y opositores en un constante ir y venir. No puedo dejar de recordar a Omar Saludes y sus fotos testimoniales, ni a Edel García o a Jadir y a su hermano, muy jóvenes pero con muchos deseos de trabajar.
O a Miguelito Galván, Pedro Arguelles, Hugo Araña, Richard Roselló, Luis Cino, Fabio Prieto LLorente, Adolfo Fernández Saínz o a Ricardo González quienes eran sólo parte de un numeroso grupo que entraba y salía sin cesar..

Tuvimos encuentros con periodistas extranjeros quienes nos impartieron talleres sobre nuestra dinámica labor, que se desarrollaron también en la casa de Ricardo González donde radicaba la Márquez Sterling y recibimos clases de Rivero además de experiencias positivas por parte de colegas visitantes.

Recuerdo también mis vínculos con el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos, (CUTC) de Pedro Pablo Álvarez, cuyas oficinas radicaban en casa de su hermana Bebita, ya fallecida en la avenida de Malecón. Allí compartí con su sobrina Elbita quien hacía todo el trabajo de oficina, la Dra. Maybell Padilla que llevaba el Frente Femenino y junto al Dr. Francisco Leblanc atendían, como abogados, todo lo relacionado con la aplicación de las leyes, y el papel del sindicato para con los trabajadores.

Allí trabajaba también Carmelo Díaz quien me visitó ese 18 de marzo en horas de la tarde para llevarme unos medicamentos que necesitaba por un mal funcionamiento renal. La Mesa Redonda informaba de un taller de periodismo en el que habían participado varios disidentes. Por delicadeza ante mi malestar, Carmelo se fue, yo quedé preocupada, ya sabíamos de registros y arrestos.

Se acababa de marchar cuando me entró la llamada telefónica de Nancy Alfaya, esposa de Olivera para decirme que habían registrado la casa de él , y la de ella y su tía Milagros, la cual nunca pudo recuperarse de ese trágico instante.

Mientras Olivera estuvo encarcelado en Guantánamo, fueron muchas las veces que Nancy tuvo que estar acompañando a su tía ingresada en hospitales, por varias ocasiones, debido a su estado de gravedad. Yo la ayudaba con los correos que había que enviar al extranjero, y reportando todas las incidencias de su esposo, o dando a conocer poemas y crónicas que escribió en cautiverio, a través del programa de Rolando Cartaya por Radio Martí.

También me acuerdo como por esos días, cuando me tocó mi turno de Internet en la Sección de Intereses de los EE UU, (SINA), compartí con Saludes, y su grato sentido del humor, mientras en un grupo que no se cansaba de hablar y reír, subimos por la calle L para no vernos más.

Del 2003 al 2010 son varios los que se han marchado del país o han fallecido; aunque puedo charlar con los que se acogieron a la extrapenal por motivos de salud y asisten al Internet en el mismo horario al que acudo cada semana, o verlos en alguna actividad a la que hayamos sido invitados.

Es grato admitir que a partir de esa oleada represiva surgieron muchos otros periodistas, mujeres y hombres jóvenes o no tan jóvenes que continúan una labor tan importante como la de reportar el acontecer cubano que no da a conocer la prensa oficial. Los cursos de periodismo se renuevan y con ellos sus integrantes: el periodismo independiente ha crecido.

Aun quedan muchos en las cárceles, y se les han sumado otros como Darsi Ferrer o Santiago Dubuchet para llegar a una cifra notable, que pone en tela de juicio que la libertad de expresión sea respetada, junto a los derechos a los que aspiran los cubanos residentes en la Isla.

Un sincero abrazo para todos los colegas que cumplen injusta condena por siete años consecutivos. Mi más cordial afecto para quienes como Julio César Gálvez llenan la línea telefónica con todo su optimismo, y nos ponen al tanto de todo cuanto acontece a él o a quines por la misma causa están en la prisión Combinado del Este. Los miembros del grupo de los 75 están diseminados por toda la nación, pero no pierden la fe en que se de el milagro de un cambio que favorezca la esperada liberación.












Frío a lo habanero


Este año puso a temblar a muchos y los calurosos usaron prendas de vestir invernales, como hacía tiempo no se veía en la capital.

Con la llegada del mes de marzo, algunos opinan que el frío tiende a desaparecer, aunque aún persisten las madrugadas con temperaturas por debajo de los 15 grados Celsius. Con el transcurso del día comienza el calor en las áreas donde da el sol

Los exagerados no pueden quitarse las sudaderas y tienen que aguantar el calor hasta llegar a casa. Es el momento de llegarse a Coppelia para tomarse un helado, del sabor que haya.

Por el jardín de la calle K está el quiosco de venta de una bola de helado en su barquillo a un peso moneda nacional. Un cartel borroso explica los horarios de venta y la cuota normada de 10 bolas de helado por persona, pero para satisfacción del público, no es así.

Este fin de semana se anunció la entrada de un frente frío que, en la mañana sabatina traería lluvias, las que ocurrieron durante la noche del viernes y propiciaron los paseos de niños y jóvenes en grupos, así como de parejas, y familias por toda la zona cercana a la heladería más grande del país

Para el quiosco de K había unas 30 personas, casi todas con potes de todos los tamaños, los cuales fueron llenados por la hábil mano .del dependiente, rápida para bolear lo que es en realidad, la mitad de una bola.

A la una de la tarde cerró media hora como está establecido para su almuerzo. Un grupo de personas se fueron, y los que se quedaron se dieron gusto recordando las bolas que se despachaban hace décadas, la variedad de sabores, la óptima calidad del helado.

Todos al unísono, se preguntaban por qué, con tanta demanda, el lugar quedaba cerrado por 30 minutos, cuestión que podía ser solucionada con tener a dos dependientes en dicha área.

Por lo demás todos esperaban al vendedor entre quejas y anécdotas. Los niños jugaban entre sí, y un pequeño se mantuvo parado frente a la venduta como todo un guardián. Al abrirse de nuevo el toldo del área de venta, el joven le regaló un helado, y todos rieron por la ocurrencia y la alegría de quien apenas sabía balbucear alguna que otra frase.

Estos 30 minutos sirvieron también para que todo el que pudo se quitara la chaqueta, el blazer o el suéter, mientras que la mayoría enseñaba las pantorrillas a través de bermudas o pescadores, combinados con camisetas bien escotadas.

Este frío a lo habanero junto con el horario de verano es parte de la panorámica maravillosa de esta isla tropical, que dentro de tantas tragedias y penurias brinda un clima soportable y veraniego, en momentos en que las nevadas y otras catástrofes azotan a buena parte de las naciones de todo el planeta.



La Educación en Cuba.


La educación en Cuba ha tenido más penas que glorias, a pesar de que la política gubernamental ha estado dirigida a divulgar grandes logros que en la realidad han sido todo lo contrario.

Las condiciones constructivas de las escuelas, la garantía de la alimentación tanto para los estudiantes como para los educadores, las estimulaciones salariales y de todo tipo para quienes se desempeñan en una profesión tan abnegada no han sido suficientes, y se han deteriorado con el decursar del tiempo.

Estos y otros aspectos han traído como consecuencia un continuo éxodo de personal calificado en la esfera pedagógica y el gobierno a través de sus dirigentes y especialistas del Ministerio de Educación (MINED) fueron creando grupos juveniles que cubrieron las plazas vacantes a la vez que estudiaban.

Como ejemplo están los Maestros Makarenkos, los graduados de los distintos Destacamentos Pedagógicos Manuel Ascunce Domenech, ahora los conocidos como emergentes. Estos últimos eran en su mayoría jóvenes desvinculados de la enseñanza a os que prepararon sin tener la debida madurez y profesionalidad, por lo que muchos de ellos han dejado una huella negativa en sus alumnos.

Por más que este tema ha sido tratado en los distintos congresos del sector educacional, los dirigentes del MINED se encaprichan en tomar medidas que deterioran las condiciones laborales de sus trabajadores que siguen marchándose hacia otros sectores mejores remunerados y menos conflictivos, hasta el punto en que una gran cantidad de jubilados han regresado a las aulas.

Cuando se usa el término “Conflictivo” me refiero a la máxima responsabilidad que conlleva el trabajo de ser maestro o profesor. No solo es conocer la materia o materias a impartir, sino educar con el ejemplo, y formar o reforzar hábitos y principios, por lo que el educador tiene una responsabilidad y un compromiso ante la patria, la sociedad y la familia de cada uno de sus educandos.

Por lo que esta difícil tarea debe ser remunerada y estimulada debidamente para lograr la estabilidad laboral y por ende, la excelencia en la profesionalidad de sus trabajadores. En estos momentos en que se trata de reubicar a los estudiantes de preuniversitarios en el campo -aunque en algunas provincias los hay también del nivel de secundaria básica- en escuelas urbanas, esta tarea de primer orden está muy retrasada.

Estos alumnos becados lejos del calor del hogar y del cuidado directo de sus padres y otros familiares corren el peligro de verse al amparo de los profesores que no tienen porque ser honestos y decentes en todo momento, además de verse en situaciones indeseables por miedo, o por imitar a los indisciplinados del centro de estudios.

La familia tiene que dedicar un día a la semana a visitarlos en las escuelas para llevarles comida principalmente, y en ocasiones otros avituallamientos que no son ofertados por la escuela o que les son robados por otros de sus compañeros de estudio y de albergue.

Los que están en la ciudad no están exentos de problemas. Un grupo de padres siempre da la cara para que el aula de su hijo o hija esté pintada, o la maestra recaude un asuma de dinero para cualquier necesidad que no resuelve el ministerio que atiende este sector.

En la primaria por ejemplo, los padres deben dar una cantidad de dinero para comprar los ventiladores que acompañarán a los pequeños en las aulas donde curse los subsiguientes grados y este no es el único que pide en el curso, sin contar los regalos que hay que hacerles para que se tomen interés en los estudiantes con problemas académicos.

Otra cuestión es la falta de base material de estudio y útiles escolares. Los niños reciben libros con hojas y carátulas despegadas y los padres se tienen que hacer magos para arreglarlos. Las libretas y lápices hay que comprarlos a precios muy caros tanto en una como en la otra moneda.

Los padres con más de un hijo en edad escolar la pasan muy mal para garantizar todas las necesidades que no puede resolver la escuela como institución pedagógica. Los maestros han ido adquiriendo malos hábitos poco ejemplarizantes como el de desentenderse de la clase ya que el contenido es impartido en teleclases o en videos que ellos mismos escogen.

El colmo ha sido que se han dado casos en que los maestros han puesto videos con materiales ajenos a los contenidos que deben conocer loe educandos; o los dejan solos como si la maestra de la teleclase pudiera interactuar con los alumnos .Otros casos espeluznantes han acontecido en las escuelas, aunque hay que reconocer que estos han sido aislados y no representan, gracias a Dios una mayoría.

En la actualidad se exigen exámenes de ingreso para quienes desean estudiar una carrera en la universidad. Las pruebas de español, Historia, y Matemática tienen un grado de dificultad notable. Existen profesores que imparten clases preparatorias de manera privada mientras la televisión transmite lecciones con el mismo objetivo.

Ahora de nada vale dominar estos contenidos si la ortografía, tan fundamental en el idioma castellano, es regular o mala, en esos casos los exámenes de esos alumnos con baja base en ortografía son rechazados pediendo el derecho a cursar estudios universitarios.

El gobierno se debate en cuanto a mantener la educación gratuita aunque ya no lo es tanto. Con el dinero que hay que gastarse cada vez que a la maestra s le ocurre una idea, el dinero que hay que gastar para confeccionar meriendas diarias, el abono del transporte en caso de que la escuela no quede cerca de la casa del estudiante el gasto para que el alumno pueda repasar de manera privada alguna asignatura en la que tenga problema, más el gasto continuo en zapatos, mochilas, lápices y libretas hacen que muchos padres se cuestionen si la educación es de verdad gratuita.

Queda por analizar un punto en verdad patético y es el relacionado con la educación formal de los educandos. Los buenos principios, la honestidad, la solidaridad, el respeto y la decencia no son fáciles de adquirir de “ahora para luego”, es el momento de crear una asignatura con libro de texto y exámenes que tratara el tema.

Este tema ha quedado en el aire de generación en generación y proporciona los baches que atentan contra los valores que deben adquirir los niños desde la más temprana edad que es cuando están en las guarderías o círculos infantiles unos, o en el preescolar otros.

Es alarmante como a la entrada de un salón de chiquitines la auxiliar que los atiende no vela porque se saluden correctamente, o el varón sea atento con la niña, en la mayoría de estas salas se pone música de Reguetón, y lo que la educadora evalúa es quien baila mejor.

La educación en Cuba ha tenido un nefasto retroceso que no podrá ser solucionado de forma positiva mientras los dirigentes ministeriales obliguen a politizar la educación sin importarles todas las cuestiones a tener en cuenta ya analizadas en este trabajo.




viernes, 5 de marzo de 2010

Un tema tabú


La discriminación racial en Cuba es un aspecto que presenta muchas aristas, que ha conllevado a análisis profundos, por parte de especialistas y pueblo en general. Los gobernantes y sus seguidores enfatizan cómo no se practica el mismo, mientras que una notable mayoría expresa todo lo contrario.

Los ejemplos son innumerables y en todos se aprecia como el mismo yace en la mente del cubano y lo lleva a tomar actitudes que echan por tierra todos los halagos que, sobre el tema hacen quienes han dado lugar a este incremento, sobe todo, con la raza negra.

Si bien personas negras o mestizas que vivieron los años anteriores al triunfo de la Revolución señalan las diversas manifestaciones racistas habituales en aquellos tiempos, reconocen que en estos 50 años de socialismo, quisieron darlo como erradicado, cuando en realidad, el mismo ha ido en aumento.

Una enorme franja invisible separa al negro del blanco, en una nación mestiza como ésta. Mientras el blanco es sinónimo de belleza, inteligencia y prosperidad; el negro o mestizo sólo son comparados con la pobreza, la delincuencia, el deporte o el jolgorio.

En los medios de comunicación como el cine o la televisión es poco frecuente que los protagonistas positivos sean negros o mestizos; para ellos solo hay cabida para interpretar papeles de esclavos, ladrones o rumberos. Ni hablar de mostrar parejas interraciales, o reconocer la belleza de esta raza, gestora junto a la blanca, fundamentalmente, de la cubanidad.

Nunca se ha realizado una serie donde se narre la vida de negros y mulatos talentosos, cuyas obras son reconocidas en otras naciones, sin embargo aquí, es difícil que el ciudadano común conozca quienes fueron José White, Juan Francisco Manzano o Brindis de Salas , y que legado dejaron a la nación.

La actriz joven que interpreta el papel principal de una telenovela nunca es una negra, y si es una mestiza, ésta es bien clara. Lo mismo sucede con el actor. No tienen derecho a formar parejas interraciales, a no ser que sean marginales, o se desempeñen como personajes negativos.

Aquella vieja frase de “Cada oveja con su pareja” parece no querer desaparecer de la mente de algunos cubanos, y quienes tienen que velar por un cambio positivo en cuanto a este tema, poco o nada hacen al respecto.

La terrible situación del inacabable autobloqueo cubano y su imposición solapada del racismo es persistente e involucra a la mentalidad del público, la cual se confabula con la de los productores de series, telenovelas y filmes cuyos mensajes son en parte poco emancipadores.

Esto subsiste a todos los niveles y se aprecia en grupos de niños y niñas, como el de la pequeña de piel negra Naomi, la más inteligente, cuyos amiguitos blancos y mestizos claros la adoran y reconocen su talento, al tiempo que sus progenitores no ven con buena cara esta muestra de sincero halago.


Carla y Alain se conocen desde el círculo infantil. Por casualidades de la vida estudiaron en las mismas escuelas primarias y de secundaria básica por lo que de mutuo acuerdo decidieron cursar los mismos estudios medio-superiores. Carla es una mestiza clara de madre blanca y padre mulato claro. La chica parece blanca, mientras que los padres de Alain son negros.

La diferencia en el color de la piel no ha sido motivo de diferencias para estos dos jóvenes que se aman desde niños. La familia de Carla trata de quitarle de la mente la idea del matrimonio, una vez que concluyan los estudios. Los Padres del joven no ven con buenos ojos esa boda, porque perciben la discriminación a veces solapada, a veces abierta, que esa familia utiliza contra su querido hijo.

Como Montescos y Capuletos envueltos en capas blancas o negras luchan ideales vetustos contra las ideas modernas y sin ataduras de las nuevas generaciones que prefieren vivir sus vidas sin tantas trabas, y mucho menos con el “que dirán” que nada aporta a sus vidas sentimentales.

A muy poco se puede aspirar en este campo, cuando el gobierno cubano está formado por una mayoría de dirigentes de la raza blanca donde resalta algún mestizo o negro como casos excepcionales. Ministros, viceministros, asesores, y empresarios o gerentes son blancos en su mayoría.

Ellos representan el poder y la fuerza que sustenta entre otras ideas, la de la supremacía blanca que tiene la potestad de rebajar al resto de las razas a posiciones cada vez más discriminatorias, enarbolando la parrafada de que quienes intenten irse por encima de sus cánones no son más que un grupo de desagradecidos.




El frío & los sin casa


Las temperaturas continúan su descenso y oscilaran entre los 9 y los 6 grados en horas de la madrugada de este fin de semana. A pesar de que en la capital siempre son algo más altas, sus habitantes sienten frío hasta en horas del mediodía y la tarde en que el sol es bastante fuerte.

Entonces una se pone a pensar en cómo duermen todos esos hombres y mujeres que no tienen casa, los “homeless” capitalinos que desandan las calles mal vestidos, pidiendo algo de dinero para mitigar el hambre con un buche de café mal hecho o un pan que junto con el alimento están fríos y viejos.

Uno de ellos es un negro alto que usa ropas que le quedan pequeñas, anda descalzo y se cubre la espalda con una manta de saco de yute. Es tranquilo, parece mudo, y las gentes se le acercan y le regalan dinero o comestibles.

El anda por la zona de La Rampa y de hecho se ha convertido en una atracción turística. También lo es la viejita del perrito como la llaman algunos. Esa no es, ni será nunca la Dama del Perrito de Chejov, ni por su porte, ni por su distinción.

La amable anciana se sienta cada mañana en un muro del parqueo de 21 entre L y M en el Vedado junto a su perro y una serie de paquetes que coloca junto a una foto de San Lázaro donde los transeúntes les depositan monedas casi siempre de las de menos valor.

Ella siempre repite la frase de que “este año será bueno”, y se atreve a tirar las cartas y predecir el futuro pero a muy pocas personas que puede ser un turista en el mejor de los casos. La viejita enseña su brazo delgado y pide ayuda por una lesión que dice tener en el mismo.

A veces se le ve en otro muro que ella usa a modo de banco en calle 25 entre Infanta y O, a unos metros de una cafetería particular. Allí trabajadores de centros laborales cercanos, y estudiantes entre otros le dejan caer parte del vuelto que reciben al comprar alimentos o refrescos.

Con voz desfigurada por los años da las gracias sin importarle que le hayan echado una cantidad ínfima de dinero en el platico. Allí ella camina hasta el café y pide cualquier alimento que comparte con su mascota.

Muy amable rehúsa hablar de su vida, por lo que quedan sin respuesta preguntas tales como “¿Dónde duerme…?” , “¿tiene casa? “A las que ella responde con la frase “no oigo bien” y con la misma cambia de tema pidiendo por la salud de quienes la ayudan con lo poco que le dejan.
Dónde dormirán esta ancianita y su perrito, podrán soportar las bajas temperaturas de las madrugadas y las mañanas capitalinas, a lo mejor para el año que viene aparece un cambio favorecedor para esta ancianita, que junto a tantos otros, diseminados por toda la capital, constituyen todo un ejército de vagabundos que viven de la caridad del pueblo, y no significan nada para las autoridades