martes, 26 de enero de 2010

Pérdidas irreparables


Empecé mi blog con varios temas sobre la ancianidad en Cuba. Este grupo poblacional sufre no solo la marginación, sino el desafecto de quienes están en la obligación de hacer placentera la última etapa de la vida, de quienes dieron todo de sí, mientras fueron jóvenes.

Aunque han pasado unos días, no deja de ser noticia la muerte de una veintena de ancianos, en el Hospital Psiquiátrico de la Habana, conocido por Mazorra. Ante la divulgación del hecho por canales de televisión foráneos, el gobierno cubano no tuvo otra alternativa que reconocerlo.

Locutores de los noticieros televisivos leyeron la nota oficial del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), la cual refería una serie de factores que propiciaron los decesos, relación que es considerada por muchos como “justificar lo injustificable”, a decir de vecinos de un centro comercial en el municipio Centro Habana.

Las críticas han sido hechas a sotto voce, y en grupos muy afines donde nadie puede dar crédito a que hayan fallecido tantas personas en un hospital considerado de vanguardia. Residentes del municipio Boyeros – donde también está enclavada Mazorra- alegan que el mal trato, y la desatención allí, son orden del día desde hace años como explica quien dice que “ya en los tiempos de Ordaz sucedieron sus cosas”.

El desvío de alimentos, ropas y avituallamiento para los pacientes era lo más cotidiano. Un joven cuya madre es paciente de este centro hospitalario plantea que ella siempre ha mejorado con los tratamientos que le han puesto; sin embargo, en el mes de octubre- antes de la ola de frío- y a petición de la familia , fue hospitalizada en La Sala de Geriatría.

Él comenta que “es una nave alejada y muy fría por la noche, mi madre padece de incontinencia y la bañaron sin mi consentimiento con agua fría, incluyendo la cabeza. Eso no me gustó, y no las llevamos bajo nuestra responsabilidad. Todavía, por momentos, está triste y alterada

Y prosigue su testimonio:” A la hora del desayuno se aglomeraban cientos de personas alrededor de la pantrista para obtener un pedazo de pan y un poco de agua con azúcar. Daba lástima ver a las viejitas enfermas limpiando el piso porque no hay auxiliares de limpieza. Mucho peor verlos sin una frazada para cubrirse a la hora de dormir, o ver a los que se quitan la ropa y deambulan en esas condiciones deprimentes”.

“No me alegra la muerte de los viejitos, pero si me alegra que el mundo haya visto lo que pasó. Eran muchas las críticas de familiares pero todas caían en saco roto. Da pena tanto esmero de los cubanos en los hospitales de cualquier país y que hayan médicos y enfermeros sin principios, como la mayoría de los que trabajan en Mazorra”- sentenció.

Sólo queda esperar por ver si las autoridades del MINSAP darán a conocer al pueblo las medidas que se tomarán contra los culpables. El Código de Ética de estos trabajadores de la salud quedó manchado para siempre, con la falta de valores y deshumanización que colocarán para siempre un escudo indecoroso, de empañada imagen, en este hospital para enfermos con trastornos psiquiátricos.


martes, 12 de enero de 2010

Chicos bien arropados


La mañana del sábado 9 de enero trajo la llegada nada bienvenida de un frente frío que llegó al occidente de la Isla con lluvias acompañadas de fuertes vientos con rachas que paralizaron la vida de la capital entre las 10 a.m. y las primeras horas de la tarde.

Las temperaturas comenzaron a bajar de manera brusca y hasta los abrigos y confecciones de tejidos gruesos dejaron de dar el calor habitual. Algunos pequeños invitados a la fiesta que dieron las activistas del Frente Femenino Gladys Núñez junto a miembros del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos, (CUTC), no pudieron asistir por ese motivo.

Los que lograron llegar antes de la tempestad pudieron escuchar el sencillo homenaje que le hicieron madres y abuelas emocionadas de compartir con esta decena de chicos el sábado siguiente al Día de Reyes, que no se celebra en Cuba desde hace unas cuatro décadas y, si cae día entre semana, es una jornada escolar como otra cualquiera.

Todos recibieron además juguetes y útiles escolares, sin dejar de mencionar la merienda y el momento en que todos jugaron a cuanta cosa se imaginaron. Como es de suponer, las travesuras quedaron atrapadas en diversas fotos, y lucieron poses de maniquíes en la que simulaban hablar por teléfonos celulares.

La alta tecnología deja atrás el deseo de divertirse con los entretenimientos habituales. Sentarse ante una computadora para jugar, saber usar el mando del DVD, mostrar soltura con el teléfono inalámbrico o el celular se convierten en formas de acercarse a los adultos, sin dejar la picardía que les propina de vez en cuando una reprimenda.

Una vez que se sentaron a conversar sobre el frío y las clases del lunes estuvieron de acuerdo en que irían en jeans o pantalones largos. Los alumnos de primaria usan shorts cortos hasta el cuarto grado y las niñas una falda minúscula. Cuando refresca se ponen mayas o pantimedias por debajo de las sayas, pero ahora el frío apretó.

Estos fiesteros prometieron asistir a clases sino disfrazados, con ropas muy diferentes al uniforme escolar. Un sábado de diversión les vino muy bien a estas niñas y niños que tendrían que levantarse bien temprano en la mañana del primer día de clases de la semana, llevar algo caliente al estómago, y arroparse para salir corriendo, portando con maestría mochilas y merenderos, sin olvidar la premura para no llegar tarde a clases.

martes, 5 de enero de 2010

Las Reinas de la Magia.


Marlon y Gianny se miran con picardía cómplice, cuando la abuela les cuenta que los Reyes Magos se convertirán en hormigas, junto a sus camellos, y pasaran por debajo de la puerta para dejarles sus juguetes.

Estos jimaguas de 8 años están acostumbrados a ver a su mamá tensa y misteriosa durante los días que anteceden al 6 de enero. Ellos saben cuando está de tiendas para comprarles los juguetes, porque pone excusas para no llevarlos.

Dunia es una mamá divorciada. Casi nunca recibe ayuda económica del padre de sus hijos para la compra de los únicos juguetes que puede obsequiarles en el año, mucho menos que la acompañe a la tienda, para entre los dos, escoger los mejores.

Esta vez no fue fácil conseguirlos. Ella comenta que “las tiendas están vacías, muy pocos juguetes bonitos para la edad de los muchachos, tuve que irme de tiendas varias veces, me hice idea de otros, pero no los vi mejores”.

Por estos días, al cierre de las tiendas- alrededor de las seis de la tarde- se ven madres jóvenes, las cuales lucen extenuadas al recorrer los distintos departamentos de juguetería, después de la jornada de trabajo. Al final, ellas saben cómo complacer a sus pequeños, sin equivocarse.

Regina cumple seis años el día 6. Sus padres siempre le preparan una fiesta para que se divierta con sus hermanos, primos y vecinos. Ahora que va a la escuela, invita también a quienes cursan el primer grado en su aula.

La Princesa de la casa quiso un payaso pero la tarifa para pagar a estos animadores de las fiestas infantiles es demasiada alta. Papá y mamá prefieren utilizar ese dinero en cualquiera de los múltiples detalles que conforman la celebración, donde todos ayudan en franca solidaridad.

Las fotos van por el tío que tiene cámara digital, los abuelos hacen la piñata y entre todos preparan los premios para la rifa, y los adornos que con humildad y buen gusto confeccionan para alegrar el área donde se desarrollarán la fiesta y los juegos.

Una vecina llevará la música y la madrina traerá el vestido nuevo. Ya Regina y sus hermanos hicieron las invitaciones que repartieron entre sus amiguitos desde hace un par de semanas, solo queda esperar el momento que será de total esparcimiento.

La noche del cinco para el seis no es de tensión para los niños cubanos. Sus madres que hasta hace unos días, no paraban de regañarlos, muestran orgullosas el juguete o los juguetes que les han comprado, a veces hasta antes de la fecha, con la condición de que los cuiden.

Sin Santa, y sin Reyes Magos los chicos tienen solo la oportunidad de salir a pasear con el juguete a modo de trofeo. Las madres lucen como guardaespaldas, atentas a que no se pierda, ni se deteriore lo que tanto esfuerzo les costó conseguir, incluso hasta por encima de sus posibilidades. Ellas le han robado la primacía a los Tres Sabios, porque son las Reinas en hacer llegar la magia propia de la fecha a cada niño o niña de la Isla.