martes, 12 de enero de 2010

Chicos bien arropados


La mañana del sábado 9 de enero trajo la llegada nada bienvenida de un frente frío que llegó al occidente de la Isla con lluvias acompañadas de fuertes vientos con rachas que paralizaron la vida de la capital entre las 10 a.m. y las primeras horas de la tarde.

Las temperaturas comenzaron a bajar de manera brusca y hasta los abrigos y confecciones de tejidos gruesos dejaron de dar el calor habitual. Algunos pequeños invitados a la fiesta que dieron las activistas del Frente Femenino Gladys Núñez junto a miembros del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos, (CUTC), no pudieron asistir por ese motivo.

Los que lograron llegar antes de la tempestad pudieron escuchar el sencillo homenaje que le hicieron madres y abuelas emocionadas de compartir con esta decena de chicos el sábado siguiente al Día de Reyes, que no se celebra en Cuba desde hace unas cuatro décadas y, si cae día entre semana, es una jornada escolar como otra cualquiera.

Todos recibieron además juguetes y útiles escolares, sin dejar de mencionar la merienda y el momento en que todos jugaron a cuanta cosa se imaginaron. Como es de suponer, las travesuras quedaron atrapadas en diversas fotos, y lucieron poses de maniquíes en la que simulaban hablar por teléfonos celulares.

La alta tecnología deja atrás el deseo de divertirse con los entretenimientos habituales. Sentarse ante una computadora para jugar, saber usar el mando del DVD, mostrar soltura con el teléfono inalámbrico o el celular se convierten en formas de acercarse a los adultos, sin dejar la picardía que les propina de vez en cuando una reprimenda.

Una vez que se sentaron a conversar sobre el frío y las clases del lunes estuvieron de acuerdo en que irían en jeans o pantalones largos. Los alumnos de primaria usan shorts cortos hasta el cuarto grado y las niñas una falda minúscula. Cuando refresca se ponen mayas o pantimedias por debajo de las sayas, pero ahora el frío apretó.

Estos fiesteros prometieron asistir a clases sino disfrazados, con ropas muy diferentes al uniforme escolar. Un sábado de diversión les vino muy bien a estas niñas y niños que tendrían que levantarse bien temprano en la mañana del primer día de clases de la semana, llevar algo caliente al estómago, y arroparse para salir corriendo, portando con maestría mochilas y merenderos, sin olvidar la premura para no llegar tarde a clases.

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