viernes, 18 de febrero de 2011

XX Feria del Libro.


La XX Feria Internacional del Libro (FIL) Cuba 2011 quedó inaugurada en la tarde del jueves 10 de febrero en su sede del complejo Morro Cabañas al este de la capital.

Diversas personalidades del mundo de la cultura y las letras del país y del continente estuvieron presentes en el acto inaugural, el cual contó además, con una velada cultural.

La misma fue dedicada a las conmemoraciones bicentenarias de la independencia de países de América Latina y el Caribe. Y también homenajeó a los intelectuales Fernando Martínez Heredia y Jaime Sarusky.

La mañana del viernes dio lugar a la apertura al público a este recinto ferial que, a pesar de haber sido inaugurada La Feria el día antes, mostró una serie de irregularidades que provocaron el disgusto de muchos de los presentes.

Primero, la entrada para quienes portaban entradas se convirtió en un inusual tumulto propiciado por los trabajadores de La Cabaña que dieron motivo a la desorganización.

Después las larguísimas filas de cubanos que prefirieron adquirir los libros y otros materiales en la Moneda Nacional. México con dos salones de ventas no pudo abrir uno hasta la tarde. El que estaba abierto era apenas transitable por la cantidad de personas que lo visitaron.

Los precios de los libros infantiles y de otras temáticas como son los de manualidades o los de recetas de cocina, entre los más gustados costaban el doble o el triple, comparando sus precios con los de ferias anteriores.

Los comestibles diseminados por todo el recinto eran variados pero son pocos los espacios para que las personas puedan ingerirlos con comodidad. Pocos bancos bajo el sol, los contenes o escasos muros sirvieron de asientos a los que se decidieron por merendar o almorzar en La Cabaña.

Los precios más baratos de los comestibles comenzaban en los cinco pesos. La mayoría de los adultos iban acompañados de niños del nivel primario que se encontraban en semana de receso escolar. El dinero no les alcanzó para libros y comidas. Los más inteligentes llevaron sus refrigerios.

La FIL no está hecha para las mañanas, las tardes son las más movidas con las presentaciones de libros, o con las ventas retardadas por factores ajenos al deseo de todo lector de llegar y comprar. Las noches a su vez, son divertidas con la ceremonia del Cañonazo de las 9, a la usanza de los tiempos de la colonia española y los recitales de grupos populares

Este año existen otras sedes como El Pabellón Cuba, La Casa del Alba, la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, (UNEAC), y La Casa de Las Américas, sin dejar de mencionar que las librerías capitalinas comenzaron sus ferias unos días antes, a pesar de que sigue siendo difícil obtener los libros de mayor demanda

Los capitalinos tienen numerosas opciones en cuanto a la compra de libros este año pero todos consideran inadmisible que llegados los días de la fiesta del libro no asistan a La Cabaña, máxime cuando la transportación es asequible al público – un peso cada viaje para cruzar el túnel de la bahía y llegar al Parque Central o viceversa-

“Es una vez al año”-comentan varios usuarios en el ómnibus que los llevará al centro de la capital. Todos portan bolsas atestadas de libros de todo tipo, sus edades no coinciden pero sí sus opiniones. La Feria Internacional del Libro se ha convertido en el evento más concurrido, muy por encima del Festival de Cine, y de otras festividades de arraigo nacional.


Sindicato inconcebible.

En los noticiarios del lunes 31 de enero, y al siguiente día, a través de la prensa escrita fue divulgada la sentencia dictada por la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de La Habana, a propósito de los hechos acontecidos en enero del 2010, en el Hospital Psiquiátrico conocido por Mazorra.

Los días 17 y 22 de enero se realizó el juicio oral y público en el que quedaron probados los hechos imputados por la Fiscalía, y a los que fueron acusados, según el grado de participación, por los delitos de Abandono de Incapacitados y Desvalidos, hecho agravado por el fallecimiento de personas.

Así como por Malversación e Incumplimiento del deber de preservar los Bienes de Entidades Económicas, para lo cual se impusieron sanciones privativas de libertad entre 5 y 15 años.

A continuación se mencionan nombres de los acusados y las sanciones que deberán cumplir, así como el recurso de casación ante el Tribunal supremo que pueden promover los sancionados en el término de los diez días hábiles posteriores a la notificación.

En tan lamentable hecho que parece sacado de un relato de horror, queda el lógico cuestionamiento, de qué papel jugaba la sección sindical de este centro hospitalario.

Cuál fue la función mediadora del sindicato entre el colectivo de trabajadores y la administración para garantizar la disciplina laboral, la eficiencia y la calidad en cada puesto de trabajo.

Sin lugar a dudas, los que estaban en el sindicato eran tan corruptos como el resto de los trabajadores: esos que hicieron o que dejaron hacer, estos últimos serían un porciento ínfimo, pues este hospital se había convertido en un sitio donde la perversión era lo más habitual.

“El sindicato somos todos nosotros” no parece ser un slogan que tenga en cuenta al Hospital Psiquiátrico de La Habana, cuyo deplorable suceso lo convierte más en un campo de concentración que en una institución al servicio de quienes dependen de trabajadores abnegados, debido a sus discapacidades que los convierten en desvalidos.

Esos sindicalistas que prefirieron avasallarse a la administración y a la dirección corrupta del hospital Mazorra debían ser analizados en el diario Trabajadores, órgano de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), caracterizado por idealizar al sindicato, aliado número uno de la corrupción, y por adular toda medida estatal., esté o no a favor de la bonanza de la clase trabajadora.

Trabajadores insatisfechos

Para lograr una mayor productividad laboral en el sector de la construcción fue implantado el doble turno hace un par de años, el cual está conjugado con el pago por resultados.

Con el mismo aumentó la eficiencia en sectores claves como el hotelero, y se aprecia un control sobre los materiales constructivos, tan en demanda, y motivo de pérdidas considerables que inciden tanto en el acabado de inmuebles como en los que son remozados.

Este método asegura una mayor relación entre el trabajador y el inversionista, pero “no todo lo que brilla es oro”, por lo que aún persisten atrasos en cuanto a la entrega de las obras debido entre otras deficiencias a no mantener una correcta secuencia constructiva.

Como ejemplo, la periodista del diario Granma que realizó el reportaje al pie de obras hoteleras, explica cómo una brigada trabaja en un área determinada, la que no es concluida en el primer turno, mientras que los que se incorporan al segundo, no siguen allí, sino trabajan en una zona diferente.

Cada constructor es muy celoso de lo que hace y no permite que otro colega asuma “su parte”. Para evitar esta situación, los jefes de obra no ponen más obreros a trabajar en un mismo turno, y esto va en contra de culminar en menor tiempo.

Otro ejemplo fue el de otras brigadas, en otro polo turístico, que laboran de día o de noche, pero no en ambas jornadas. La culpa no es siempre de los mandos intermedios de estas obras hoteleras, sino que es difícil dividir los convenios, o sea la contratación asociada a un determinado trabajo, entre varios obreros; debido a que lo estipulado es un pago a destajo, o en correspondencia con los resultados alcanzados.

Los obreros agregan que si por ejemplo, el turno anterior trabaja mal, los del turno siguiente no pueden adelantar la obra, pues tienen que recomenzar lo que se suponía estuviera terminado. Esa es una de las causas de que estos trabajadores cobren menos, aunque sean eficientes pues todos, productivos o no, reciben la misma forma de salario, con sus propias afectaciones.

La susodicha “secuencia” es muy difícil de llevar, según opinan tanto los trabajadores como sus directivos. Se plantea que la falta de organización y previsión de los jefes de brigada, la distribución inadecuada de los suministros, y la no disponibilidad de la fuerza laboral son aspectos que facilitan los incumplimientos y la ineficiencia.

La periodista hizo este reportaje en las obras de hoteles de lujo de las principales zonas de turismo internacional como Varadero, Cayo Coco o Cayo Santamaría en los cuales también se afecta la productividad en los periodos vacacionales de más demanda como son las vacaciones de verano y las del mes de diciembre, o los pases otorgados por diversas situaciones.

En estos casos no son sustituidos en sus puestos de trabajo y por tanto se atrasa el avance de las obras, para contrarrestar se ha creado en algunas de estas, un sistema escalonado para lograr estabilidad durante todo el año.

De las dos brigadas la que más problemas presenta es la de la noche. Las luminarias no son suficientes y esto va en detrimento no solo de la calidad de la obra, sino de la salud de los trabajadores. Para estos turnos existen fallos en los suministros y se crean variantes para el almacenaje.

Además de que tienen que ausentarse media hora antes de terminar la jornada de 8 horas para cambiarse de ropas, y recoger sus pertenencias antes de que arriben los ómnibus que los trasladan o acercan a sus domicilios. De todas formas, estos trabajadores del sector de la construcción son privilegiados y no constituyen la mayoría.

Son muchos más los que trabajan en condiciones de gran irregularidad, donde la atención al hombre es ínfima, cuestión que da lugar a que roben parte de los materiales, para compensar los bajos salarios que reciben. Ahí están sus obras constructivas o de remozamiento sin calidad, retando a la aplicación del doble turno de trabajo y al pago siempre insuficiente.