viernes, 2 de marzo de 2012

Hospital emblemático.



El Hospital Clínico Quirúrgico Docente Calixto García ubicado en el municipio Plaza en la capital, arribó a su 116 aniversario, con sus viejos pabellones y sus calles que sirven para que los habaneros se ahorren un buen tramo, y lleguen a otras áreas distantes, atravesándolas en cualquier horario.
En la actualidad existen 2 entradas abiertas al público, la de 27 y G y la de Calle 27 de Noviembre, conocida también como Jovellar aunque antes, hace muchos años, las personas podían utilizar otras vías ahora clausuradas.
Lo enorme del hospital y la indolencia de quienes deben cuidar la instalación llevó a la casi destrucción del inmueble en buena parte de su totalidad. Las distintas salas no cubren el mínimo de higiene y comodidad para los pacientes.
”El mal olor es insoportable, los baños no tienen herrajes, hay que echar cubos de agua, cuando se pueden conseguir, somos humildes pero vivimos con limpieza, aquí tenemos un familiar ingresado y queremos que le acaben de dar de alta, esta suciedad no hay quien la resista”- comentó una mujer joven.
“Todos los días tengo que llevarle la comida a mi marido, la que hacen en el hospital no hay quien se la coma, cuando se cure, me van a tener que ingresar a mi, entre la demora de la guagua (ómnibus) y que no hay condiciones en la sala, me siento morir”- expresa una señora residente en San Miguel del Padrón, localidad de la periferia capitalina.
No obstante, pacientes del conocido centro hospitalario capitalino admiran la profesionalidad de muchos de sus médicos y técnicos, y cómo pueden acudir allí a hacerse diversos exámenes clínicos, sin que ocurran pérdidas de los resultados, o éstos estén equivocados, reconociendo también cierta eficiencia en el cuerpo de guardia, uno de los más completos, por la diversidad de especialidades que comprende.
En la actualidad se lleva a cabo un ambicioso proceso de mantenimiento, volcado en un nuevo cuerpo de guardia, dotado de nuevas salas, equipamientos y recursos, que de nada valen si el material humano responsabilizado con el nuevo bloque hospitalario carece de la ética médica y la abnegación propias de las profesiones relacionadas con la salud pública.
El proceso inversionista continuará este año en el Calixto, sus dirigentes opinan que hay que “fomentar la cultura de cuidar lo que se tiene”, responsabilidad que atañe, según ellos, a trabajadores y pacientes. La sistematicidad y la disciplina parecen estar en extinción. Hospitales como el Fajardo, recién remodelado ya exhibe los daños causados por conductas inadecuadas. Del inmenso Calixto García, sólo el futuro podrá mostrar, los cambios positivos que algunos auguran.

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