viernes, 18 de noviembre de 2011

La Nueva Peste del Milenio.



Una Nota publicada por José de La Osa en el Granma del sábado 22 de octubre del 2011 da a conocer bajo el título de Alertan autoridades de salud sobre gripe estacional que “A partir de este mes de octubre y hasta marzo, con un carácter estacional, comienza en nuestro país el alza de las enfermedades respiratorias agudas y, dentro de ellas, fundamentalmente la gripe constituye un problema de salud…”.
En la misma Nota se explica que la gripe es una infección transmisible y que sus síntomas son entre otros fiebre alta, dolores articulares, musculares, de cabeza y de garganta, acompañados de malestar general y secreción nasal. Esos síntomas desaparecen en alrededor de una semana, no obstante pueden complicase y ser hasta mortales.
Otros aspectos a tener en cuenta fueron recordados por de la Osa como acudir al médico ante la presencia de alguno de estos síntomas, para evitar cuadros de Neumonía. En fecha próxima se hará una vacunación para los grupos poblacionales más vulnerables y se recuerda la adopción de medidas de higiene como el lavado de las manos, y cubrirse la boca y la nariz, al toser o estornudar.
“La gente que tiene Dengue no caben ya en La Covadonga (1) y los están llevando para La Dependiente (2), ten cuidado con el gripe, están dando unos virus que al principio parecen catarro y se complican”-dice Freddy residente en el municipio capitalino de 10 de Octubre.
A pesar de los esfuerzos divulgativos y de inspecciones a todo tipo de inmueble o solar yermo, sin excluir las fumigaciones, los casos de Dengue, y otros virus han aumentado de manera considerable en La Habana de los últimos meses.
Por supuesto, que no se ha hecho un programa televisivo, de corte informativo al respecto, y mucho menos han aparecido cifras y estadísticas en la prensa oficial, pero los comentarios de quienes han tenido un familiar enfermo con Dengue u otros tipos de virus se convierten en algo cotidiano.
“Mi hijo estuvo entre la vida y la muerte. El empezó con un catarro y no le hizo caso, pero le subió la fiebre que yo pensaba que se me moría. Estuvo una semana ingresado: era Dengue; bajó mucho de peso, ya se está recuperando, gracias a Dios. No dicen nada (medios de información), debieran explicarle más a la población” -explica angustiada una vecina de Santo Suárez.
“A mí hace meses que no me fumigan, imagínate que yo sí que no le voy a dejar la llave de mi casa a ningún vecino, y ellos fumigan nada más por la mañana, ¿y el que trabaja o estudia, y llega a su casa por la tarde?, ¿y por qué no fumigan el fin de semana, o al menos avisan el día antes?-cuestiona una trabajadora que vive en Alamar y trabaja en el centro de la capital.
Así, quedan apartamentos en los edificios, y casas en las cuadras que nunca son fumigadas, ni sus depósitos revisados, cuando se conoce que el Aedes Aegyptys, mosquito transmisor del Dengue se reproduce en ambientes de agua estancada limpia, esa agua que falta en casi todos los municipios y, que de una forma u otra las personas tienen que almacenar.
Otro capítulo aparte tienen los depósitos de basura que de forma permanente lejos de adornar se convierten en focos de cucarachas, roedores y otras plagas. A veces destapados por la cantidad de desechos que no dejan cerrar la tapas, reciben el agua de lluvia y otras inclemencias para ser el peligro de quienes habitan colindantes a los mismos, o sus residencias están en las plantas bajas.”Yo me encierro, prefiero pasar calor, nada más que empieza a oscurecer y tú ves a las ratas saliendo de la cloaca y buscando qué comer en la basura; ¡las cucarachas ni hablar!-exclama una vecina del Vedado.
Oros como Carla y Manuel, quienes residen en un reparto del municipio Arroyo Naranjo, carecen de depósitos para la basura. “Aquí la gente echa la basura en jabitas (bolsas de nailon) y las van poniendo lejos de las casas hasta que pase el camión de la basura, que demora días en pasar. La peste es insoportable-admite el joven matrimonio.
Otros se quejan de basureros perennes que existen en algún lugar del edificio que habitan , por negligencia de los propios vecinos que las van tirando desde sus casas y crean focos de sorprendente infección, como el del sótano de un edificio ubicado en la Avenida Malecón, remozado y pintado en fecha reciente , cuyo interior deja mucho que desear.
“Ya no hacen vacunaciones, ahora vacunan a dos o tres y hay que comprarles la vacuna a peso (1 CUC), ellos quieren vivir a costa de la salud del pueblo!esto no hay quien lo arregle! No visitan a los enfermos, y por experiencia propia te digo que lo peor que le pueda pasar a un cubano, en estos tiempo, es tener que ingresar en un hospital, no se lo deseo ni al peor de mis enemigos”-dice Luis González, quien tuvo a su hija ingresada hace unas semanas, con un viral diarreico en la sala de observaciones del hospital Calixto García.
“Candil de la Calle, Oscuridad de su Casa”- dice la anciana Caridad y se balancea en su sillón con espaldar de rejilla, forrado con una tela raída. Ella en su ironía y sabiduría, que le han dado la vida de penurias y engaños que ha sufrido por décadas, se refiere a las ayudas médico-sanitarias que realizan miles de especialistas del sector de la salud cubana por todo el mundo, con la requerida calidad que falta, en cualquier institución de atención a la salud de la población.

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