martes, 27 de septiembre de 2011

Pleno de la CTC.

El 88 Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), realizado el viernes 16 y el sábado 17 de septiembre, analizó la participación del movimiento sindical no solo en la aplicación, sino en los resultados del cumplimiento del plan y el presupuesto del primer semestre del año.
El secretario general de la CTC en La Habana, Manuel Castanedo se refirió a problemas existentes en la planificación, organización del trabajo y disciplina, así como en la aplicación de los sistemas de pago.
También, Castanedo señaló que el salario, en la actualidad, no es suficiente y precisó que todavía existen centros de trabajo donde no hay correspondencia entre el crecimiento de la productividad y la remuneración.
Además precisó que los sistemas de estimulación, cuyos ingresos no acumulan fondos para la seguridad social, jugaron su papel en estos años de carencias, sin embargo, no son el futuro, “el futuro es el salario”- argumentó.
Se analizaron los problemas que inciden de manera negativa en sectores como el químico, minero y energético, donde algunas de sus empresas productoras, como la del níquel, puedan o no, cumplir sus planes productivos, a pesar de tener similares condiciones materiales.
Salvador Valdés, secretario general de la CTC se refirió a que “debemos lograr que la participación de los trabajadores en la gestión económica sea real. El Plan es sagrado, y para ello debe haber respaldo material y condiciones de trabajo. Su contenido hay que ponerlo en detalles en manos de los colectivos y lograr que las asambleas los discutan sin formalismo”-puntualizó.
Otro sector analizado en el Pleno fue el del Turismo, en el cual hay disminución del costo, aunque hay déficits notables en cuanto a los ingresos, los cuales pueden reducirse con mayor eficiencia, comercialización del turismo nacional, el que ha aumentado a un 34%, y el reciclaje de materias primas.
También se hizo referencia al éxodo de los operarios de la construcción. El secretario general de este gremio, Carlos Oquendo opinó que eran reales las insuficiencias en la organización del trabajo, incorrecta la aplicación de los sistemas de pago, y la competencia con el trabajo por cuenta propia.
Varios miembros del Consejo estuvieron de acuerdo en que la productividad está frenada por la mala aplicación de los sistemas de pago. Como ejemplo, se citó la situación existente en el sector agropecuario.
El secretario de la CTC en la provincia Granma, Pedro Simón, recalcó como los mismos dieron lugar a una serie de incumplimientos que afectan además al Ministerio de la Industria Alimenticia. Son reales e inadmisibles las dificultades que afrontan otras localidades como son el pago de salario sin respaldo productivo, o fuera de fecha.
Otro aspecto negativo tratado fue el que en los análisis de las asambleas sindicales, no se tratan temas importantes como los relacionados con el salario, productividad, disciplina, y condiciones de trabajo. María Rodríguez, secretaria del sindicato de la Salud afirmó que su sector no tiene cultura económica y debe adquirirla sin afectar la calidad en el servicio.
También se destacaron experiencias en cuanto al reordenamiento laboral, y se insistió en la necesidad de que los dirigentes sindicales estén junto al trabajador, cuando éste sea declarado disponible, pues seguirá siendo un afiliado del mismo.
Se tocó el tema de los cambios que deben hacerse a estrategias tales como emulación, movilizaciones productivas, y trabajo voluntario, este último “para hacer una eficiente labor política y rescatar la esencia laboral, los cuales serán opciones ante casos de desastres, cambios climáticos u otras situaciones.
Mientras que la emulación estará vinculada a la producción y los servicios que tengan aseguramientos materiales y financieros, cuyos resultados puedan medirse con objetividad.
Idalia Rodríguez, secretaria de la CTC en la provincia de Matanzas, explicó que el 68% de la nueva masa laboral, conformada por cuentapropistas, debe ser más persuadida para que se afilie al sindicato, los cuales, en su mayoría carecen de experiencia laboral.
Más adelante se planteó que es decisiva la labor que, en este sentido se realice por parte de los sindicatos del Comercio y Gastronomía, de la Industria Ligera, el Transporte y la Administración Pública, los que concentran el 70% del total de quienes ejercen estos tipos de empleos.
El 88 Pleno del Consejo Nacional de la CTC no resuelve, ni resolverá con sus análisis la situación desesperante de los trabajadores tanto estatales como los que realizan sus labores por cuenta propia.
“A mi que no me hablen más de trabajo voluntario, lo que me manden a hacer fuera de hora que me lo paguen. Yo trabajo y cumplo con todo pero no me da la gana de pagar cotización del sindicato, qué hace el sindicato por mí: ¡nada!-dice un joven del sector de la construcción.
La atención al trabajador es casi nula. Tienen que llegar a un horario determinado, y la mayoría no tienen transporte en sus centros laborales, disponen solo de los ómnibus urbanos, críticos en los horarios más necesarios.
El descontento de los trabajadores es frecuente, no importa al nivel que sea. “Casi mil pesos gano y se me va todo con el mecánico en el arreglo del carro”-refiere un profesional que ha dedicado casi cuatro décadas de su vida a la investigación.
Los principales líderes sindicales de la única organización laboral cubana cumplen con dar plenos y reuniones que nada halagüeño plantean para los que con su sudor, tratan de llevar hacia delante al país, regido por una fuerte política centralista, génesis de la desilusión general, que ha traído como resultado el éxodo de personas en edad laboral, hacia otros países del mundo, en busca de mejoras económicas.

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