Pleno del sindicato de la industria ligera.

Entre los aspectos que se analizaron en el pleno del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Ligera, fueron más los negativos que los positivos. En primer lugar, se reconoció las demoras en las firmas de contratos en el 2011, lo que trajo como consecuencia atrasos por unos 8 millones de pesos en el cumplimiento de los planes productivos en este sector.
La dilación en la definición de demandas y planes de inversión provocaron la no entrega de uniformes especiales, servilletas, blondas, y muebles para el Ministerio del Turismo (MINTUR), un ejemplo claro fue el de Muebles Signos de Batabanó, a la que varias entidades le encargaron producciones, sin que mediaran contratos.
Hasta finales de diciembre las empresas solicitantes no habían recogido sus pedidos; motivo por el cual permanecían en Muebles Signos 28 mil 800 unidades almacenadas, por valor de 1 millón 200 mil pesos.
Otro punto a tratar fue el de la compleja situación financiera existente en varias empresas de la industria ligera, lo cual impidió una ejecución fluida de los financiamientos planificados para la importación que provocó la inestabilidad en distintos procesos productivos por no tener materia prima.
“Existen empresas-Hilatex, por ejemplo- que ejecutaron importantes inversiones para elevar sus niveles tecnológicos y de eficiencia, por lo que necesitan ahora menos trabajadores, aunque con mayor nivel cultural y técnico”-explicó Manuel Suárez, miembro del secretariado del sindicato de este sector en La Habana.
Suárez expresó a continuación su desacuerdo con que esos obreros mantuvieran el mismo salario que antes de la inversión, “se les mantiene la misma cuantía prevista en el calificador de cargos”, asegurando que era una evidente violación.
El sindicalista precisó como existe una mala atención al hombre en la entidad mixta MEDIATEX, en la que se unieron trabajadores de varias fábricas en perfeccionamiento, que perdieron los beneficios económicos del perfeccionamiento y de otros sistemas de estimulación, entre ellos unos que recibían en la moneda convertible CUC, su salario es solo aquel que dicta el calificador de cargos, pero no sucede así con los dirigentes administrativo y técnicos de esta entidad mixta, ellos tienen un salario superior al de antes, aprobado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social(MTSS).
Otra situación en detrimento del obrero de este sector es la de la alimentación. Existen serios problemas en los comedores obreros, no solo en el surtido y balance dietético, sino en los precios de las raciones, demasiada altas para ellos.
Se debatieron las vicisitudes que atraviesan los talleres para personas con discapacidades. Se tomó como ejemplo, el taller del municipio Cerro donde todos sus trabajadores disfrutan sus vacaciones en diciembre, porque la empresa que los dirige las otorga de manera masiva, mientras que este colectivo queda interrupto en enero, pues no disponen de alimentos, a pesar de tener materia prima para laborar, por lo que no solo se verán afectados sus salarios, sino que afectan también a la economía del país.
Los cuentapropistas de este sector – más de 27 mil 400 trabajadores no estatales, de ellos más de 19 mil 600 afiliados- se quejaron porque es habitual que carezcan de vales de pago para acreditar las compras, incluso no siempre reciben comprobantes aún en las tiendas recaudadoras de divisas, por lo que están preocupados con la Declaración Jurada de fin de año, la cual piensan no poder justificar.
Este pleno donde hubo “más penas que glorias” tuvo sus conclusiones a cargo de Ángel Morfi, segundo secretario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) quien destacó lo esencial de la planificación, uno de los puntos más flojos en la industria ligera, a nivel nacional.