martes, 7 de febrero de 2012

Sin compromiso con los trabajadores.

“No sé qué hacer, a estas alturas de mi vida quedar disponible: ¡no es fácil! Toda una vida haciendo lo mismo porque me gusta, porque lo sé hacer, pero nada de eso importa ahora”-expresa una persona que pide no ser identificada.
En los últimos días han sido publicadas quejas de colectivos de trabajadores y hasta se pudo ver por la televisión un reportaje donde un grupo de obreros planteaban sus dudas al periodista, y exigían sus derechos de esa manera, por no ser escuchados por sus dirigentes sindicales, mucho menos por sus administradores o jefes empresariales.
El martes 3 de enero del 2012, el periódico Granma en su última página publicó una entrevista del periodista Miguel Febles Hernández a Salvador Valdés Mesa, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), a propósito del análisis de las características de los planes económicos para este año, los cuales comenzaron en los centros laborales, a nivel nacional, a partir de enero y culminarán en febrero.
Para acometer estos debates a través de las asambleas sindicales, Valdés Mesa comentó que se había realizado una preparación previa, en la cual los dirigentes sindicales fueron asesorados por funcionarios de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.
Para el máximo dirigente de la CTC “el plan y el presupuesto son sagrados”, y más adelante enfatizó que “es esencial que en este proceso de discusión quede claro el nivel de productividad que se debe alcanzar y como se logrará”.
En la entrevista quedaron aclarados otros aspectos relacionados con el tema como la conciliación y la integralidad del plan, la objetividad en las contrataciones, producciones concluidas con problemas en las fichas de precios, entre otros.
Una cuestión analizada también fue la de la aplicación de los sistemas de pago según los resultados productivos, a lo que el también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) planteó que “es muy importante el tema del salario…qué sistemas de pago funcionarán, qué modificaciones hay
que hacerles, qué ajustes tendrán teniendo en cuenta las producciones que se lograrán y, sobre todo, la productividad a alcanzar”.
A continuación se expusieron criterios sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo; en este tema se priorizó más lo relacionado a los equipos que serán cambiados o modificados, cuáles zonas serán reparadas, el aseguramiento de las piezas de repuesto, y al final se mencionaron los instrumentos de trabajo, la alimentación y los medios de producción individual, “la salud y seguridad del trabajador” quedaron opacados por los medios y sus usos.
“En mi trabajo ya se analizó el plan económico, participaron los de siempre, los que son militantes (del PCC y la UJC) es que se ve que todo lo que dicen está ya preparado, el resto no habló, levantamos las manos y quedó aprobado por unanimidad pero ellos (el sindicato y la administración), saben que eso es mentira.la gente está muy disgustada, te piden mucho y no dan nada”-opina una trabajadora del Ministerio de Educación (MINED).
El jueves 26 de enero, en la revista Hola Habana, del Canal Habana, de la televisión cubana, la Sección “Papelitos Hablan”, a cargo de los periodistas José Alejandro Rodríguez y Graciela Resquejo mostraron un reportaje realizado en la terminal de trenes, allí varios integrantes del colectivo de los bufeteros hablaron de sus condiciones de trabajo pésimas.
Ellos tienen que trabajar con un uniforme pero no tienen cómo adquirirlo; la calidad de los alimentos que venden a los pasajeros es mala. Aún existiendo neveras, los refrescos son despachados calientes, pues se les dice que no hay petróleo para encender las neveras y los bocaditos (emparedados) se echan a perder por el calor.
Les pagan estimulación por las ventas pero estas pudieran ser más altas si la calidad de las ofertas fuera mejor. Uno de los trabajadores contó la anécdota de una ocasión en que se echaron a perder cientos de bocaditos.
Otra preocupación de ellos es que no pueden liquidar el dinero recaudado en otras provincias sino que solo tienen autorización a hacerlo en la capital, considerando esta medida peligrosa, no solo para la seguridad del dinero recaudado, sino para la integridad del propio dependiente.
También se quejaron porque los han cambiado de empresas y si antes pertenecían a los ferrocarriles, o a gastronomía, ahora están fusionados con el Ministerio de Transporte (MITRANS) y sus solicitudes no son escuchadas, ni sus problemas resueltos, por los actuales líderes sindicales.
Ellos perdieron la garantía de pedir en qué tren trabajar, privilegio que tenían los trabajadores con más de 30 años de servicio, un derecho sindical, siempre respetado, que poseían cuando pertenecían a los ferrocarriles.
Al siguiente día apareció en la Sección Acuse de Recibo, bajo el título “Criterios de Linieros”, la queja del trabajador Alexis Chacón, liniero de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Empresa Eléctrica en Buey Arriba, en la provincia Granma.
Chacón relata al periodista encargado de esta Sección que, su localidad es montañosa, por lo que tienen un vehículo” Toimil” donde están todos los medios de seguridad, los cuales quedan expuestos a las inclemencias del tiempo, por lo que usarlos puede ocasionarles cualquier tipo de accidente. Dicho carro es utilizado por dos brigadas, que laboran en la parte alta o baja de la montaña.
Tienen además una camioneta que no está en buen estado y es usada con mucha frecuencia, en ese relieve con alto riesgo, donde pudieran accidentarse también, debido a sus desperfectos mecánicos.
Los pesares de estos linieros no finalizan aquí, no se les proporciona almuerzo, ni se les asigna el dinero para ese fin, tampoco la merienda que recibían; situación que los afecta desde que comenzó el 2012. Lo que no comprende este obrero es por qué sí se les da el dinero del almuerzo a los trabajadores de la oficina de su empresa.
Otras deficiencias son descritas por Chacón como lo difícil de conseguir las tallas apropiadas de los uniformes y botas de trabajo, sin dejar de mencionar la cuestión del salario. Tanto él como otros colegas han averiguado con los linieros de otras provincias y no sucede como con ellos.
“Tenemos un sistema de pago a destajo, que según los especialistas debe cubrir todo lo que se haga; sin techo. Pero esto no se cumple en la mayoría de los casos, pues le ponen un cierre de 140 % y han cambiado los catálogos y normas como diez veces”-destaca el liniero.
El trabajador no precisa cuáles son las estimulaciones que reciben pero asegura que, para obtenerlas es muy difícil y sugiere que las mismas fueran en pesos y no en la moneda convertible para que constaran en la tarjeta SNC 225 de cada trabajador, para su futura jubilación; tampoco explica si todos estos planteamientos han sido abordados en las asambleas sindicales.
Tanto los bufeteros en la capital, como estos linieros en la provincia Granma, o quien quedó disponible después de una hoja de servicios impecable por casi 4 décadas de trabajo, o la educadora que describe su descontento, dan una idea de que los trabajadores en su mayoría, no quieren hacer propuestas al análisis del plan económico porque ellos se sienten marginados, aunque traten de ser eficientes.

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