“La Revolución no dejará a nadie desamparado, luchará por crear las condiciones para que todos los cubanos tengan empleos dignos”- expresó Raúl Castro en el discurso de clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), el 4 de abril de 2010.
Sin embargo, Nereyda Estévez, vecina de Calle Matadero No 62 en la ciudad de Camagüey quedó disponible a los 54 años, el pasado 11 de febrero, después de haberse desempeñado como auxiliar B, viradora o limpiadora de tripas, en el Combinado Cárnico César Escalante, de manera ininterrumpida durante 33 años.
Nereyda Estévez no fue a única, otros colegas quedaron también disponibles, que es el término que se utiliza en Cuba para decir que un trabajador ha sido despedido. Por no estar de acuerdo, la trabajadora del Combinado Cárnico reclamó ante el Órgano de Justicia Laboral de Base a finales de abril; y éste falló a favor de ella, recomendando que la restituyeran a su plaza laboral.
El Director de la entidad no estuvo de acuerdo, entonces Estévez tuvo que acudir al Tribunal Provincial donde su apelación fue tenida en cuenta, al fallar este organismo a favor de ella. De nuevo se dispuso que fuera restituida e su puesto de trabajo pero el Director tampoco estuvo de acuerdo.
En ambas ocasiones en que la trabajadora acudió a otras instancias superiores fueron realizadas investigaciones para corroborar lo sucedido. El Director no tuvo en cuenta las mismas. La plaza de esta obrera fue amortizada, y quedó disponible, sin una oferta laboral desde el principio.
“Existieron varias violaciones en este proceso… el Director me propuso una plaza de custodio en otro centro… no importó mi proceder, comportamiento y disciplina laboral…”-expresó entre otros aspectos la trabajadora disponible.
“Sin conocerse aún los resultados de ambos procesos judiciales, fui dada de baja de inmediato del sindicato, y hoy no puedo ni pararme en la puerta del centro de trabajo donde laboré por más de 30 años”- enfatizó además Estévez quien considera que la situación sufrida es un abierto maltrato a su persona.
El debido contacto de su dirigente sindical no existió, la trabajadora una vez que quedó disponible no tuvo un apoyo de su sección sindical, alguien que rebatiera la medida arbitraria tomada por el Director que más que a una sociedad “ideal” parece todo un Señor Feudal, con potestad para hacer lo que le venga en ganas, sin respetar criterios y sugerencias, dadas por entidades superiores, a favor de sus trabajadores., que gracias a su proceder pueden quedar desamparados.
Tomado de Sección Acuse de Recibo de José Alejandro Rodríguez “Ni con el fallo de tribunales”.
Diario Juventud Rebelde, sábado 06 de agosto de 2011.
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