El edificio familiar ubicado en la esquina de la Avenida Belascoaín y Calle San Miguel en el municipio capitalino de Centro Habana tuvo un derrumbe parcial al paso del huracán Paula esta última semana.
El inmueble que queda frente por frente a la tienda recaudadora de divisas mostraba un gran hueco en una de las habitaciones del primer piso. Los balcones que dan por ambas calles, y de pisos superiores lucían rajados y a punto de caer.
El desastre trajo como consecuencia que varios residentes resultaran lesionados, entre ellos un bebé que el viernes se encontraba en estado grave. Vecinos de la zona permanecían por los alrededores del área dañada, y hacían comentarios relacionados con el mal estado constructivo de las edificaciones de la céntrica Avenida de Belascoaín
Producto de este derrumbe, la Avenida quedó cerrada. Los policías de tránsito estaban en cada esquina para evitar que los vehículos transitaran en un radio de más de cuatro cuadras.
Ésta fue una de las arterias comerciales, más importante de La Habana republicana. En ella se apreciaban numerosas tiendas, hoteles, cines y otros locales públicos. Todos daban un ambiente de prosperidad y eran lugares muy concurridos por los habaneros de aquellos tiempos.
Ahora, su tramo que va en bajada desde la calle Zanja hasta Malecón luce semi desierto por la gran cantidad de edificios que han tenido que ser demolidos. Especialistas que están al tanto de los mismos temen que con los derrumbes y demoliciones se caigan otras edificaciones cercanas.
Los residentes que han perdido sus casas o apartamentos han tenido que mudarse a barriadas de la periferia, para así perder la comodidad resultante de vivir en el centro de la capital; como los que llegaron e fecha reciente a la zona de Micro X en Alamar, que se sienten sin apoyo de las autoridades.
Con el transcurso de los días y el calentamiento producido por el sol, los habaneros esperan que ocurran más derrumbes no solo en esta Avenida sino en el resto de la ciudad cuyos edificios no han sido remozados a conciencia desde hace décadas.
El inmueble que queda frente por frente a la tienda recaudadora de divisas mostraba un gran hueco en una de las habitaciones del primer piso. Los balcones que dan por ambas calles, y de pisos superiores lucían rajados y a punto de caer.
El desastre trajo como consecuencia que varios residentes resultaran lesionados, entre ellos un bebé que el viernes se encontraba en estado grave. Vecinos de la zona permanecían por los alrededores del área dañada, y hacían comentarios relacionados con el mal estado constructivo de las edificaciones de la céntrica Avenida de Belascoaín
Producto de este derrumbe, la Avenida quedó cerrada. Los policías de tránsito estaban en cada esquina para evitar que los vehículos transitaran en un radio de más de cuatro cuadras.
Ésta fue una de las arterias comerciales, más importante de La Habana republicana. En ella se apreciaban numerosas tiendas, hoteles, cines y otros locales públicos. Todos daban un ambiente de prosperidad y eran lugares muy concurridos por los habaneros de aquellos tiempos.
Ahora, su tramo que va en bajada desde la calle Zanja hasta Malecón luce semi desierto por la gran cantidad de edificios que han tenido que ser demolidos. Especialistas que están al tanto de los mismos temen que con los derrumbes y demoliciones se caigan otras edificaciones cercanas.
Los residentes que han perdido sus casas o apartamentos han tenido que mudarse a barriadas de la periferia, para así perder la comodidad resultante de vivir en el centro de la capital; como los que llegaron e fecha reciente a la zona de Micro X en Alamar, que se sienten sin apoyo de las autoridades.
Con el transcurso de los días y el calentamiento producido por el sol, los habaneros esperan que ocurran más derrumbes no solo en esta Avenida sino en el resto de la ciudad cuyos edificios no han sido remozados a conciencia desde hace décadas.